HISTORIA Y SIMBOLOGÍA
Conoce cómo surge la granada mollar de elche
ORIGEN
LOS ORÍGENES DE LA GRANADA EN ELCHE
La granada es originaria del sur de Asia, Persia y Afganistán. Los cartagineses fueron los encargados de introducir el granado en tierras mediterráneas a raíz de las guerras Púnicas y, posteriormente, los árabes fueron los que expandieron en mayor medida este cultivo en España desde donde se exportó a América tras la conquista.
Su nombre científico, Punica Granatum, proviene del latín “punicum” y alude a los fenicios que fueron los primeros que los comercializaron e impulsaron sus cultivos y “granatum” por la cantidad de granos que tiene en su interior.
LOS ORÍGENES DATAN DEL SIGLO II - I A.C. O LOS PRIMEROS RESTOS SON DEL SIGLO II – I A.C.
El origen de la granada en Elche se sitúa en el yacimiento arqueológico de La Alcudia y datan del siglo II – I a. C.
En el yacimiento, el mismo en el que también fue hallada la Dama de Elche, se conservan restos de varias granadas carbonizadas así como ramas y troncos del granado que datan del siglo I a.C. y que sirvieron para el entramado de los techos de las casas (‘La industria, el comercio y la agricultura en Elche’, Alejandro Ramos Folqués).
FRAGMENTO DEL CAPITEL CORINTIO DEL TEMPLO IBÉRICO (S. I A. C.)
También hay representaciones de este fruto en un fragmento del capitel corintio del Templo Ibérico (s. I a. C.) y en pinturas sobre cerámica donde las granadas rodean a la diosa y así expresan su unión con el más allá y su transmisión de fertilidad. Además, también hay cerámica con forma de granada de la época final de los íberos y grabados de granada (s. II-I a.C.).
LA MAGRANA (GRANADA) DEL MISTERI D’ELX
En cuanto a las primeras referencias comerciales las encontramos en 1864 en el libro de Cabildos. Aquí se especificaban las exportaciones de 8.000 arrobas de granadas y 3.000 de corteza dirigidas hacia Barcelona, según los informadores de Madoz, donde su tanino se empleaba para teñir y curtir pieles así como en farmacia.
Posteriormente, el historiador Pedro Ibarra recoge que en el año 1931 operaban en el campo de Elche 16 compañías exportadoras que enviaron a Londres unas 40.000 cajas de granadas, aproximadamente 2.000 toneladas.
Por lo que respecta a la cultura, la representación más importante es la Magrana (granada) del Misteri d’Elx, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNELa Magrana (que data de mediados del siglo XVI) es un aparato aéreo que desciende desde el cielo de la Basílica de Santa María (Elche) durante las representaciones de este drama cantado de origen medieval.
La magrana aparece en escena cerrada y cuando empieza a descender se abren las ocho alas o gajos y en su interior vemos al niño que simboliza al ángel que anuncia a María su muerte mientras interpreta uno de los motetes más representativos de La Festa o Misteri d’Elx.
La magrana fue azul hasta el año 1903. Este aparato aéreo tan característico representa a una nube pero debido a su estructura ovalada y a la forma en la que se abren sus ocho gajos, el pueblo de Elche empezó a conocerlo como la Mangrana y en el año 1906 (en 1904 y 1905 no hubo representaciones por obras) pasó a ser de color rojizo.
Tal es la importancia histórica y cultural de este aparato aéreo que en el pliego de condiciones de la Denominación de Origen Protegida de la Granada Mollar de Elche se cita e incluyen fotografías de la Magrana del Misteri d’Elx para demostrar que los granados y su frutos están muy arraigados a la cultura ilicitana.
Debido a ese vínculo tan especial que existe entre las granadas de Elche y el Misteri d’Elx, la Asociación de Productores y Comercializadores de Granadas de Elche contribuyó a la restauración de este aparato aéreo (en el año 2014) con un patrocinio de 6.000 euros.
Por otra parte, en el municipio de Rafal (incluido en la zona geográfica protegida por la Denominación de Origen) la procesión de la Graná es la más característica de su Semana Santa. En esta procesión, que tiene su origen hace más de un siglo, hay una granada de cartón piedra sobre un arco de madera llena de aleluyas y pétalos de flores y se abre durante el Encuentro entre la Virgen del Rosario y su hijo resucitado.
Los orígenes datan del siglo II - I a.C. o los primeros restos son del siglo II – I a.C.
El origen de la granada en Elche se sitúa en el yacimiento arqueológico de La Alcudia y datan del siglo II – I a. C.
En el yacimiento, el mismo en el que también fue hallada la Dama de Elche, se conservan restos de varias granadas carbonizadas así como ramas y troncos del granado que datan del siglo I a.C. y que sirvieron para el entramado de los techos de las casas (‘La industria, el comercio y la agricultura en Elche’, Alejandro Ramos Folqués).
Restos de granada carbonizada (Yacimiento Arqueológico de La Alcudia)
fragmento del capitel corintio del Templo Ibérico (s. I a. C.)
También hay representaciones de este fruto en un fragmento del capitel corintio del Templo Ibérico (s. I a. C.) y en pinturas sobre cerámica donde las granadas rodean a la diosa y así expresan su unión con el más allá y su transmisión de fertilidad. Además, también hay cerámica con forma de granada de la época final de los íberos y grabados de granada (s. II-I a.C.).
Cerámica con forma de granada (Yacimiento Arqueológico de La Alcudia).
la Magrana (granada) del Misteri d’Elx
En cuanto a las primeras referencias comerciales las encontramos en 1864 en el libro de Cabildos. Aquí se especificaban las exportaciones de 8.000 arrobas de granadas y 3.000 de corteza dirigidas hacia Barcelona, según los informadores de Madoz, donde su tanino se empleaba para teñir y curtir pieles así como en farmacia.
Posteriormente, el historiador Pedro Ibarra recoge que en el año 1931 operaban en el campo de Elche 16 compañías exportadoras que enviaron a Londres unas 40.000 cajas de granadas, aproximadamente 2.000 toneladas.
Por lo que respecta a la cultura, la representación más importante es la Magrana (granada) del Misteri d’Elx, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNELa Magrana (que data de mediados del siglo XVI) es un aparato aéreo que desciende desde el cielo de la Basílica de Santa María (Elche) durante las representaciones de este drama cantado de origen medieval.
La granada (magrana) del Misteri d’Elx uno de los tres aparatos aéreos que desciende desde la cúpula de la Basílica de Santa María
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La magrana aparece en escena cerrada y cuando empieza a descender se abren las ocho alas o gajos y en su interior vemos al niño que simboliza al ángel que anuncia a María su muerte mientras interpreta uno de los motetes más representativos de La Festa o Misteri d’Elx.
La magrana fue azul hasta el año 1903. Este aparato aéreo tan característico representa a una nube pero debido a su estructura ovalada y a la forma en la que se abren sus ocho gajos, el pueblo de Elche empezó a conocerlo como la Mangrana y en el año 1906 (en 1904 y 1905 no hubo representaciones por obras) pasó a ser de color rojizo.
Tal es la importancia histórica y cultural de este aparato aéreo que en el pliego de condiciones de la Denominación de Origen Protegida de la Granada Mollar de Elche se cita e incluyen fotografías de la Magrana del Misteri d’Elx para demostrar que los granados y su frutos están muy arraigados a la cultura ilicitana.
Magrana restaurada en el año 2014
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Debido a ese vínculo tan especial que existe entre las granadas de Elche y el Misteri d’Elx, la Asociación de Productores y Comercializadores de Granadas de Elche contribuyó a la restauración de este aparato aéreo (en el año 2014) con un patrocinio de 6.000 euros.
Por otra parte, en el municipio de Rafal (incluido en la zona geográfica protegida por la Denominación de Origen) la procesión de la Graná es la más característica de su Semana Santa. En esta procesión, que tiene su origen hace más de un siglo, hay una granada de cartón piedra sobre un arco de madera llena de aleluyas y pétalos de flores y se abre durante el Encuentro entre la Virgen del Rosario y su hijo resucitado.
Procesión de la Graná en Rafal
OTRAS OBRAS DEDICADAS A ESTE FRUTO
Además, en el municipio existe un parque dedicado a la ‘Graná’ y, en el caso de Elche, también hay una rotonda dedicada a la Granada Mollar de Elche que es obra de Nelaiker (Manu Gomariz).
Rotonda de la granada ubicada en Elche
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plantaCIÓN de granados en la Alhambra de Granada
Recientemente, en marzo de 2023, se han plantado cuatro granados en la Alhambra de Granada. Dos de los granados de la variedad mollar de Elche que es la única del mundo con Denominación de Origen Protegida (DOP), se han situado en una de las huertas medievales del Generalife, junto al Paseo de los Nogales y frente al Paseo de las Torres, con el fin de que puedan ser observados por todos los visitantes de la Alhambra.
Plantación de granados en la Alhambra (2023)
OTRAS OBRAS DEDICADAS A ESTE FRUTO
Además, en el municipio existe un parque dedicado a la ‘Graná’ y, en el caso de Elche, también hay una rotonda dedicada a la Granada Mollar de Elche que es obra de Nelaiker (Manu Gomariz).
PLANTACIÓN DE GRANADOS EN LA ALHAMBRA DE GRANADA
Recientemente, en marzo de 2023, se han plantado cuatro granados en la Alhambra de Granada. Dos de los granados de la variedad mollar de Elche que es la única del mundo con Denominación de Origen Protegida (DOP), se han situado en una de las huertas medievales del Generalife, junto al Paseo de los Nogales y frente al Paseo de las Torres, con el fin de que puedan ser observados por todos los visitantes de la Alhambra.
HISTORIA
HISTORIA Y SIMBOLOGÍA DE LA GRANADA
La granada es un manjar que ha cautivado a Dioses, Reyes y Emperatrices a lo largo de la historia. Está rodeada de mitos, leyendas, cargada de simbología y su historia pertenece a los misterios sagrados, como señalaba el geógrafo e historiador griego Pausanias.
Numerosas civilizaciones, religiones y culturas coinciden en dotarla de un carácter especial llena de significado. Así, desde la antigüedad se ha considerado a la granada como símbolo de fertilidad, prosperidad, unión y abundancia por la cantidad de semillas que tiene.
Primeras apariciones 2.500 – 2330 a.C.
Kubaba, la única reina de la Lista de Reyes de Sumeria, aparece en muchos de los relieves con una granada y cuenta la leyenda que gobernó durante 100 años en el periodo arcaico III (2.500 – 2330 a.C.).
El amor también está ligado a la granada porque según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza, e incluso algunas leyendas dicen que brotó de su propia sangre.
Es la protagonista del mito de Perséfone considerado como el origen de la agricultura y la primavera y en la mitología romana Juno aparece en algunas representaciones con granadas en sus manos como símbolo de fecundidad.
Relieve de Kubaba en forma de diosa. Homonihilis, Public domain, via Wikimedia Commons
Proserpina, por Rossetti, 1874.
Dante Gabriel Rossetti, Public domain, via Wikimedia Commons
Antiguo egipTO
Por otra parte, los antiguos egipcios eran enterrados con granadas con el anhelo de resucitar en otra vida y como sinónimo de inmortalidad. Uno de ellos fue el rey Tutankamón que fue enterrado ( 1323 a. C.) con un jarrón de plata con forma de granada y una cuchara de granada de marfil pintado como símbolo de una vida futura.
Escenas de la tumba tebana de Najt, Norman de Garis Davies, Nina Davies (2-dimensional 1 to 1 Copy of an 15th century BC Picture), Public domain, via Wikimedia Commons
BABILONIOS, ÁRABES, JUDIOS y, HASTA, HINDUES
En el caso de los babilonios, creían que masticar sus granos antes de las batallas los hacían invencibles, las mujeres reales asirias las llevaban como decoración en la ropa y joyas como símbolo de fertilidad debido a sus muchas semillas y en Roma el tocado de las novias se hacía con ramas de granado porque se consideraba como símbolo de amor y fecundidad. De hecho, en China se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como augurio de una descendencia numerosa y el rojo de la granada está considerado como un color que atrae la buena fortuna.
La granada también tiene un significado y una simbología especial en las religiones judía, cristiana y musulmana.
Es uno de los frutales bíblicos junto a la vid, el olivo o la palmera. Para la cultura cristiana, es símbolo de fecundidad, pasión y resurrección.
En el Islam, el granado se considera como uno de los árboles del Paraíso, conforme a referencias del Corán y de las tradiciones del profeta Mahoma que alentaba a sus seguidores a comer granadas para purificarse de la envidia y el odio.
Y en la cultura judía es casi una fruta sagrada símbolo de concordia y estabilidad. Cuentan que la granada tiene 613 semillas (granos) en su interior coincidiendo con el mismo número de Mitzvot (Normas) que hay en la Torá. La Torá contiene muchas referencias a la granada como símbolo de abundancia, fecundidad de la tierra y como metáfora de la belleza de la mujer. Por otra parte, la granada es uno de los símbolos de Rosh Hashaná (año nuevo judío) donde es tradicional el consumo de granadas en esta festividad.
Por otra parte, el granado es una de las ofrendas que se dan durante el festival hindú Durga Puja. El festival está dedicado a la diosa Durga, cuyo nombre significa “invencible”. En los Vedas, uno de los textos más antiguos de la literatura hindú, la granada es símbolo de prosperidad y fertilidad.
Además de estar considerada como símbolo de amor, fecundidad, prosperidad e inmortalidad, también es sinónimo de unión. Las numerosas semillas contenidas dentro de su dura cáscara la convirtieron en símbolo de la unidad bajo una misma autoridad.
Festival hindú dedicado a la diosa Durga. Arghamallick5151, CC BY-SA 4.0 , via Wikimedia Commons
Conquistando a Reyes y Emperatrices
Más allá de mitos, creencias y simbolismo, la granada también conquistó a Reyes y Emperatrices por todo lo que significa.
La granada es tomada como símbolo personal de un rey de España por primera vez con Enrique I de Castilla. Posteriormente, Enrique IV (hermano mayor de Isabel la Católica) la utilizó en su divisa personal (león con granada debajo) y también aparecen dos ramas frutadas de granada rodeando su escudo como se aprecia en una vidriera del Alcázar de Segovia.
Divisa personal de Enrique IV y la vidriera de Enrique IV de Castilla en el Alcázar de Segovia
PROTAGONISTA EN ESPAÑA
Con los Reyes Católicos cobra más protagonismo aún y a partir de la conquista de Granada (1492) se incluye en el escudo real como representación de otro reino más. Desde ese instante, la granada aparece en todos los escudos de España hasta el actual.
Escudo de los Reyes Católicos con granada en la parte inferior en la Casa de las Conchas de Salamanca. Manuel Martín Vicente, CC BY-SA 2.0 , via Wikimedia Commons)
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Con los Reyes Católicos cobra más protagonismo aún y a partir de la conquista de Granada (1492) se incluye en el escudo real como representación de otro reino más. Desde ese instante, la granada aparece en todos los escudos de España hasta el actual.
Corona de la Reina Isabel, retrato de Maximiliano I de Durero y emblema de la Infanta doña Catalina
REPRESENTADA EN LA ARQUITECTURA
Además, también se usa en numerosas obras públicas e iglesias construidas en el reinado de los Reyes Católicos y en todo el siglo XV como la iglesia de San Sebastián en Toro, el monasterio de Oña, en la portada del Palacio de los Duques de Arcos, monasterio de Santo Tomás de Ávila, en el panteón de los Reyes Católicos o el granado de la fachada del Colegio de San Gregorio en Valladolid que hace alusión a la Fuente de la Vida y al Árbol de la Ciencia además de celebrar la reciente conquista del Reino de Granada.
Granado de la fachada del Colegio de San Gregorio en Valladolid (1488-1496) Luis Fernández García, CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons
SISSÍ Y LA PALMERA IMPERIAL
Las granadas, concretamente las de Elche, también cautivaron a Sissí Emperatriz. la relación de Sissí con la ciudad de Elche se remonta a 1894, cuando la emperatriz Isabel de Baviera llegó a este municipio buscando las granadas que había probado en Alicante y que le habían encantado. Durante su viaje, visitó el Huerto del Cura, donde además de ver y probar las granadas, vio y bautizó a la Palmera Imperial.
Palmera imperial de Elche y busto dedicado a Sissí Emperatriz. (VisitElche)
PRIMERAS APARICIONES 2.500 – 2330 A.C.
Kubaba, la única reina de la Lista de Reyes de Sumeria, aparece en muchos de los relieves con una granada y cuenta la leyenda que gobernó durante 100 años en el periodo arcaico III (2.500 – 2330 a.C.).
El amor también está ligado a la granada porque según la mitología griega, el primer granado fue plantado por Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza, e incluso algunas leyendas dicen que brotó de su propia sangre.
Es la protagonista del mito de Perséfone considerado como el origen de la agricultura y la primavera y en la mitología romana Juno aparece en algunas representaciones con granadas en sus manos como símbolo de fecundidad.
ANTIGUO EGIPTO
Por otra parte, los antiguos egipcios eran enterrados con granadas con el anhelo de resucitar en otra vida y como sinónimo de inmortalidad. Uno de ellos fue el rey Tutankamón que fue enterrado ( 1323 a. C.) con un jarrón de plata con forma de granada y una cuchara de granada de marfil pintado como símbolo de una vida futura.
BABILONIOS, ÁRABES, JUDIOS Y, HASTA, HINDUES
En el caso de los babilonios, creían que masticar sus granos antes de las batallas los hacían invencibles, las mujeres reales asirias las llevaban como decoración en la ropa y joyas como símbolo de fertilidad debido a sus muchas semillas y en Roma el tocado de las novias se hacía con ramas de granado porque se consideraba como símbolo de amor y fecundidad. De hecho, en China se tiene la costumbre de ofrecerle una granada a los recién casados como augurio de una descendencia numerosa y el rojo de la granada está considerado como un color que atrae la buena fortuna.
La granada también tiene un significado y una simbología especial en las religiones judía, cristiana y musulmana.
Es uno de los frutales bíblicos junto a la vid, el olivo o la palmera. Para la cultura cristiana, es símbolo de fecundidad, pasión y resurrección.
En el Islam, el granado se considera como uno de los árboles del Paraíso, conforme a referencias del Corán y de las tradiciones del profeta Mahoma que alentaba a sus seguidores a comer granadas para purificarse de la envidia y el odio.
Y en la cultura judía es casi una fruta sagrada símbolo de concordia y estabilidad. Cuentan que la granada tiene 613 semillas (granos) en su interior coincidiendo con el mismo número de Mitzvot (Normas) que hay en la Torá. La Torá contiene muchas referencias a la granada como símbolo de abundancia, fecundidad de la tierra y como metáfora de la belleza de la mujer. Por otra parte, la granada es uno de los símbolos de Rosh Hashaná (año nuevo judío) donde es tradicional el consumo de granadas en esta festividad.
Por otra parte, el granado es una de las ofrendas que se dan durante el festival hindú Durga Puja. El festival está dedicado a la diosa Durga, cuyo nombre significa “invencible”. En los Vedas, uno de los textos más antiguos de la literatura hindú, la granada es símbolo de prosperidad y fertilidad.
Además de estar considerada como símbolo de amor, fecundidad, prosperidad e inmortalidad, también es sinónimo de unión. Las numerosas semillas contenidas dentro de su dura cáscara la convirtieron en símbolo de la unidad bajo una misma autoridad.
CONQUISTANDO A REYES Y EMPERATRICES
Más allá de mitos, creencias y simbolismo, la granada también conquistó a Reyes y Emperatrices por todo lo que significa.
La granada es tomada como símbolo personal de un rey de España por primera vez con Enrique I de Castilla. Posteriormente, Enrique IV (hermano mayor de Isabel la Católica) la utilizó en su divisa personal (león con granada debajo) y también aparecen dos ramas frutadas de granada rodeando su escudo como se aprecia en una vidriera del Alcázar de Segovia.
PROTAGONISTA EN ESPAÑA
Con los Reyes Católicos cobra más protagonismo aún y a partir de la conquista de Granada (1492) se incluye en el escudo real como representación de otro reino más. Desde ese instante, la granada aparece en todos los escudos de España hasta el actual.
Con los Reyes Católicos cobra más protagonismo aún y a partir de la conquista de Granada (1492) se incluye en el escudo real como representación de otro reino más. Desde ese instante, la granada aparece en todos los escudos de España hasta el actual.
REPRESENTADA EN LA ARQUITECTURA
Además, también se usa en numerosas obras públicas e iglesias construidas en el reinado de los Reyes Católicos y en todo el siglo XV como la iglesia de San Sebastián en Toro, el monasterio de Oña, en la portada del Palacio de los Duques de Arcos, monasterio de Santo Tomás de Ávila, en el panteón de los Reyes Católicos o el granado de la fachada del Colegio de San Gregorio en Valladolid que hace alusión a la Fuente de la Vida y al Árbol de la Ciencia además de celebrar la reciente conquista del Reino de Granada.
SISSÍ Y LA PALMERA IMPERIAL
Las granadas, concretamente las de Elche, también cautivaron a Sissí Emperatriz. la relación de Sissí con la ciudad de Elche se remonta a 1894, cuando la emperatriz Isabel de Baviera llegó a este municipio buscando las granadas que había probado en Alicante y que le habían encantado. Durante su viaje, visitó el Huerto del Cura, donde además de ver y probar las granadas, vio y bautizó a la Palmera Imperial.
Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar. Salvador Dalí, 1944.
LA GRANADA MUY PRESENTE EN EL ARTE
Una de las representaciones más antiguas que se conservan es un fresco de época romana (siglo XX – XL a.C.) en la villa de la Emperatriz Livia que se encuentra en el Museo Nacional Romano. En las paredes de la época se representaban muchas veces figuras de animales, fruta o de jardín y, en este caso, hay granados con frutas abiertas para destacar la presencia de sus semillas.
Grandes artistas como Da Vinci, Rafael, Dalí o Boticelli; entre otros, se han interesado por este fruto y en muchas de sus obras es recurrente la imagen de la Virgen con Granada. En estos casos, si la granada está en la mano de la Virgen hace referencia a la castidad mientras que si el fruto lo tiene o lo toca el niño Jesús o Jesucristo está más relacionado con la Pasión, la Resurrección.
Uno de los artistas que ha recreado esta escena es Rafael donde también hace alusión a la maternidad y esa relación de protección en referencia a esa corteza y piel dura que tiene la granada pero con un interior dulce.
Villa de la Emperatriz Livia
Virgen de la Granada, Raffaello Sanzio
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En la Virgen de la Granada (1475 – 1480) de Leonardo Da Vinci también vemos esa relación de maternidad y protección al hijo cuando la Virgen le ofrece la semilla de granada al niño Jesús y éste le devuelve a su madre este gesto con una mirada de ternura y cariño.
Otros grandes artistas como Fra Angelico, Pedro Berruguete o Antonello da Messina también han representado a vírgenes con granadas pero la más famosa de todas ellas es la de Sandro Boticelli (1487). En este cuadro, la granada está abierta y de una forma delicada la tocan el niño y la Virgen y se vuelve a hacer patente esa relación entre el sacrificio y el martirio porque los granos representan las gotas de sangre que le caen a Jesucristo de la Cruz y anuncian la muerte y resurrección.
Además, recientemente se ha visto que ese interés que tanto Da Vinci como Boticelli tenían por la anatomía también se refleja en esta obra porque la granada cuando está abierta tiene forma de corazón representando a la vida.
Vírgenes de la granada de Leonardo Da Vinci y Boticelli
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Aún más famosa, si cabe, es La última Cena (1494 – 1498) de Leonardo Da Vinci donde la granada aparece delante de Jesucristo en alusión a la Pasión de Cristo. La fruta se sitúa al lado del pan y el vino y también es uno de los ingredientes de la salsa que se utilizaba para marinar el pescado (compuesta de granada, almendra e higo).
En este caso, la granada aportaría un equilibrio y armonía frente al mal porque el pescado con el que se marina la salsa es la anguila que tiene un parecido a la serpiente y un significado más negativo frente a la bondad de la granada.
La última cena, Leonardo da Vinci
LA GRANADA Y ALGUNOS SIGNIFICADOS EN EL ARTE
Fuera de este aspecto, la granada también tiene un tono más político en la obra de Alberto Durero en el retrato del emperador Maximiliano I (1519). La granada en la mano del emperador significa que tiene el control efectivo de todo su reino. La granada representa lo que hay fuera: el poder y lo que hay dentro: las semillas, son todos los estados/reinos y el control que ejerce sobre ellos.
En la época barroca Lorenzo Lippi en la ‘Alegoría de la simulación’ (1640) nos refleja la importancia de buscar en el interior (la granada) frente a las apariencias (la máscara que sostiene en la otra mano) mientras que artistas más contemporáneos como Salvador Dalí o Felipe Casorati también se dejaron seducir por esta fruta.
Retrato del emperador Maximiliano I de Alberto Durero (1519) y Alegoría de la simulación’ de Lorenzo Lippi (1640)
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En Il sogno del melograno (1912), Casorati nos lleva a un éxtasis erótico con mucha tranquilidad de la mano de la granada mientras que en ‘Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar’ (1944) de Salvador Dalí vemos que la granada es pasión y tensión con ese color rojo intenso y la granada abierta que nos evoca algo onírico porque su mujer, gala, está levitando.
En la literatura la granada también tiene presencia en el Quijote de Miguel de Cervantes ‘en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso: tanto, que comía con tenedor las uvas y aun los granos de granada’, en Platero y yo de Juan Ramón Jiménez ¡Qué hermosa esta granada, Platero!; y hasta Federico García Lorca le dedicó un poema, ‘Es la granada olorosa un cielo cristalizado / (Cada grano es una estrella, cada velo es un ocaso)/Cielo seco y comprimido por la garra de los años…’.
Por su parte, Shakespeare eligió un granado por su simbología para la escena en la que Romeo proclama su amor a Julieta y en ‘La vuelta al mundo en ochenta días’, Julio Verne relata: «Finos, iguales y blancos, sus dientes resplandecen entre la sonrisa de sus labios, como gotas de rocío en el seno medio cerrado de una flor de granado».
Il sogno del melograno (1912), de Casorati
LA GRANADA MUY PRESENTE EN EL ARTE
Una de las representaciones más antiguas que se conservan es un fresco de época romana (siglo XX – XL a.C.) en la villa de la Emperatriz Livia que se encuentra en el Museo Nacional Romano. En las paredes de la época se representaban muchas veces figuras de animales, fruta o de jardín y, en este caso, hay granados con frutas abiertas para destacar la presencia de sus semillas.
Grandes artistas como Da Vinci, Rafael, Dalí o Boticelli; entre otros, se han interesado por este fruto y en muchas de sus obras es recurrente la imagen de la Virgen con Granada. En estos casos, si la granada está en la mano de la Virgen hace referencia a la castidad mientras que si el fruto lo tiene o lo toca el niño Jesús o Jesucristo está más relacionado con la Pasión, la Resurrección.
Uno de los artistas que ha recreado esta escena es Rafael donde también hace alusión a la maternidad y esa relación de protección en referencia a esa corteza y piel dura que tiene la granada pero con un interior dulce.
En la Virgen de la Granada (1475 – 1480) de Leonardo Da Vinci también vemos esa relación de maternidad y protección al hijo cuando la Virgen le ofrece la semilla de granada al niño Jesús y éste le devuelve a su madre este gesto con una mirada de ternura y cariño.
Otros grandes artistas como Fra Angelico, Pedro Berruguete o Antonello da Messina también han representado a vírgenes con granadas pero la más famosa de todas ellas es la de Sandro Boticelli (1487). En este cuadro, la granada está abierta y de una forma delicada la tocan el niño y la Virgen y se vuelve a hacer patente esa relación entre el sacrificio y el martirio porque los granos representan las gotas de sangre que le caen a Jesucristo de la Cruz y anuncian la muerte y resurrección.
Además, recientemente se ha visto que ese interés que tanto Da Vinci como Boticelli tenían por la anatomía también se refleja en esta obra porque la granada cuando está abierta tiene forma de corazón representando a la vida.
Aún más famosa, si cabe, es La última Cena (1494 – 1498) de Leonardo Da Vinci donde la granada aparece delante de Jesucristo en alusión a la Pasión de Cristo. La fruta se sitúa al lado del pan y el vino y también es uno de los ingredientes de la salsa que se utilizaba para marinar el pescado (compuesta de granada, almendra e higo).
En este caso, la granada aportaría un equilibrio y armonía frente al mal porque el pescado con el que se marina la salsa es la anguila que tiene un parecido a la serpiente y un significado más negativo frente a la bondad de la granada.
LA GRANADA Y ALGUNOS SIGNIFICADOS EN EL ARTE
Fuera de este aspecto, la granada también tiene un tono más político en la obra de Alberto Durero en el retrato del emperador Maximiliano I (1519). La granada en la mano del emperador significa que tiene el control efectivo de todo su reino. La granada representa lo que hay fuera: el poder y lo que hay dentro: las semillas, son todos los estados/reinos y el control que ejerce sobre ellos.
En la época barroca Lorenzo Lippi en la ‘Alegoría de la simulación’ (1640) nos refleja la importancia de buscar en el interior (la granada) frente a las apariencias (la máscara que sostiene en la otra mano) mientras que artistas más contemporáneos como Salvador Dalí o Felipe Casorati también se dejaron seducir por esta fruta.
En Il sogno del melograno (1912), Casorati nos lleva a un éxtasis erótico con mucha tranquilidad de la mano de la granada mientras que en ‘Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes de despertar’ (1944) de Salvador Dalí vemos que la granada es pasión y tensión con ese color rojo intenso y la granada abierta que nos evoca algo onírico porque su mujer, gala, está levitando.
En la literatura la granada también tiene presencia en el Quijote de Miguel de Cervantes ‘en el tiempo que fue gobernador aprendió a comer a lo melindroso: tanto, que comía con tenedor las uvas y aun los granos de granada’, en Platero y yo de Juan Ramón Jiménez ¡Qué hermosa esta granada, Platero!; y hasta Federico García Lorca le dedicó un poema, ‘Es la granada olorosa un cielo cristalizado / (Cada grano es una estrella, cada velo es un ocaso)/Cielo seco y comprimido por la garra de los años…’.
Por su parte, Shakespeare eligió un granado por su simbología para la escena en la que Romeo proclama su amor a Julieta y en ‘La vuelta al mundo en ochenta días’, Julio Verne relata: «Finos, iguales y blancos, sus dientes resplandecen entre la sonrisa de sus labios, como gotas de rocío en el seno medio cerrado de una flor de granado».